Este trabajo explora la memoria, la identidad y el paso del tiempo. A través de un lenguaje visual que integra técnicas textiles como el patchwork, la serigrafía y el estampado con óxido de hierro, propongo una reflexión sobre la fragmentación del recuerdo y la transitoriedad de la existencia.
El patchwork, como metáfora visual, evoca los retazos que conforman la historia personal. Sobre estas superficies se imprimen tipografías digitales creadas a partir de mi caligrafía infantil, recuperada de cuadernos escolares conservados por mi madre. Estas fuentes tipográficas, bautizadas como Memento font, encarnan una escritura íntima, imperfecta y en constante construcción, que funciona como huella identitaria.
El óxido, empleado como recurso pictórico, añade una dimensión temporal: su impronta alude al desgaste y a la transformación inevitable incluso de los materiales más resistentes. En un plano simbólico, remite a la fragilidad de las estructuras, las relaciones y las ideas, convirtiéndose en metáfora de la vulnerabilidad humana.
La serie Síndrome de Ulises, inspirada en el concepto psicológico que describe el estrés migratorio crónico y múltiple. La obra establece una analogía entre esa experiencia y el juego de la sopa de letras: en ambos, el sujeto se enfrenta a un entramado de signos dispersos donde el sentido permanece oculto y exige un esfuerzo constante de búsqueda. Cada letra convoca memorias y pérdidas; cada palabra hallada simboliza un instante de pertenencia. Pero la dificultad del juego también refleja la frustración, el cansancio y la desorientación de habitar un entorno incierto.
Así, la pieza no se limita a ilustrar una condición: la encarna. El tablero se vuelve metáfora del desarraigo y de la lucha persistente por reconstruir una identidad en medio de lo fragmentario.

